El actual contexto de hiperconexión a través de dispositivos móviles, redes sociales, medios de comunicación digitales, etc. Esto ha hecho que las sedes judiciales vean cómo las demandas por delitos contra el honor aumentan de manera exponencial en los últimos años. Los datos del Instituto Nacional de Estadística confirman esta suposición. En 2013, tan solo se registraron 98 delitos de este tipo a nivel nacional. La cifra fue aumentando progresivamente hasta 2016, cuando el dato es impresionante. Ese año se registraron 843 infracciones de esta tipología. El total de 2016 ha ido manteniéndose —con leves fluctuaciones— en el último lustro, demostrando el papel que Internet tiene en este tipo de delitos.
La falsa sensación de invulnerabilidad que ofrece la red, los perfiles anónimos y la posibilidad de que todo el mundo tenga un altavoz con el que expresarse ha tenido un efecto directo en los delitos de calumnias e injurias, que cada vez son más comunes. Las publicaciones encaminadas a dañar la dignidad de otros, o aquellas que se dedican a imputar falsos delitos, están a la orden del día. Por eso es importante conocer qué condiciones deben darse para ser consideradas delito y cómo actuar en estos casos, sobre todo respecto al hecho de aportar pruebas probatorias en sede judicial. Y no solo de las personas, las empresas y los empresarios, que también deben ser protegidos por el Derecho al Honor, se encuentran en la actualidad muy expuestas a la publicación de falsas acusaciones, críticas infundadas y otras muchas circunstancias que obligan a las compañías a recurrir a despachos de abogados especializados para solventar este problema en los tribunales.
Qué requisitos debe cumplir el delito contra el honor
Como ha quedado patente, el Código Penal español establece dos tipos de delito contra la intimidad y el honor: las calumnias y las injurias. Aplicables tanto a empresas como a particulares. Cada uno de ellos rige unas circunstancias distintas y por eso conviene estudiarlos por separado. Ambos están recogidos en el Título XI del código penal, entre los artículos 205 a 210.
De manera general, tenemos que entender que el honor es un derecho que se reserva a cada persona del país, junto con la intimidad personal y el derecho a su propia imagen. Por lo tanto, tal y como se recoge en la Constitución: «La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos». También se tienen en cuenta aquellas manifestaciones públicas que pueden ser lesivas para la imagen de las empresas.
Delito de injurias
El delito de injurias comprende toda acción o expresión que lesiona la dignidad de un tercero, sea persona física o empresa. Esto es especialmente importante en el caso de las redes sociales En concreto, hace referencia a cualquier tipo de manifestación pública o privada que busque generar una mala imagen, atacar la fama de la persona, etc.
Delito de calumnia
La calumnia es, de manera muy directa, la acusación manifiesta o imputación de la comisión de un delito, sabiendo que este no ha sido cometido por la otra empresa o persona y que, por tanto, se está afirmando un hecho falso a sabiendas.
Requisitos de ambos delitos
Para considerarlos delitos contra el honor, cualquiera de los hechos que puedan ser considerados en las dos situaciones marcadas, deben cumplir los siguientes requisitos. Por un lado, debe tratarse de hechos graves, manifestados públicamente y con intención de que un alto porcentaje social sea consciente de estas afirmaciones.
En el caso de la prensa, este supuesto se cumple directamente. En el ámbito de las redes sociales, habrá que estudiar detalladamente cada circunstancia con un experto. Esto, sin embargo, debido a la repercusión de las redes sociales y los espacios públicos de Internet, es cada vez más habitual. Solo hay que pensar en algunas campañas difamatorias hacia grandes compañías que han visto como sus ingresos e imagen pública se han visto deteriorados por unas falsas acusaciones en un simple portal de reseñas online. Además, es importante tener en cuenta que este tipo de delitos no permiten una actuación de oficio por parte de la fiscalía o cuerpos policiales. Deben ser los directivos de la empresa o la persona vulnerada —o sus tutores legales en caso de menores o en circunstancias especiales— los que inicien la querella y lleven la situación a estudio, aportando todas las pruebas pertinentes.
Por otro lado, la legislación española marca que, ante cualquier caso de pugna judicial por un delito de estas características, las partes implicadas deben someterse a una audiencia previa de conciliación para llegar a un acuerdo. Por último, cabe indicar que, en los casos de injurias graves y leves y calumnias, el plazo que tienen las víctimas para iniciar el trámite legal es de un año desde el momento en el que se suceden los hechos.
Cómo probar un delito contra el honor
En el momento actual, probar un delito contra el honor y la imagen cometido a través Internet puede resultar complejo. La otra parte es dueña de su contenido y puede borrarlo o modificarlo en cualquier momento. Con lo que el daño quedaría hecho, pero no habría pruebas de ello. Certificar que lo que dice la parte injuriada o calumniada es real debe ser el primer objetivo, antes de iniciar cualquier tipo de comunicación. En este caso, la colaboración de los despachos de abogados con un perito informático es esencial. Este profesional se encarga de certificar que lo publicado en cierto momento, en determinada plataforma y por determinado perfil (correspondiente a tal persona) es tal y como lo cuenta la parte demandante.
Al contar con esta figura, los letrados especializados en derecho al honor se aseguran de que el recabado de pruebas y su presentación en sede judicial va a hacerse de un modo correcto. De esta manera, aunque el demandado borre o trate de eliminar las comunicaciones realizadas y que son supuesto motivo de delito, el juez y la fiscalía podrán evaluar unos documentos debidamente certificados, con la seguridad de que son reales y de que existieron. Teniendo todo esto en cuenta, es posible actuar de una manera diligente y con muchas posibilidades de obtener la razón ante injurias y calumnias en redes sociales, foros, periódicos online, etc. Conocer los detalles de los delitos contra el honor es la mejor forma de enfrentarse con todas las herramientas a este tipo de casos.
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