Si la prueba siempre es esencial, lo es todavía más en el proceso penal, porque es aquí donde están en juego los intereses más importantes. De ahí que la prueba indiciaria haya despertado tanto interés en los últimos tiempos, y hasta el Tribunal Supremo se haya pronunciado sobre ella.
Qué es una prueba indiciaria
En el proceso penal no siempre tenemos una prueba directa que pueda acreditar que una cierta persona ha cometido un delito concreto. Esta ausencia de prueba podría dar lugar a la indefensión de las víctimas y provocar la impunidad de los delincuentes. Por eso existe en nuestro ordenamiento jurídico la prueba indiciaria.
Se trata de un subtipo de prueba indirecta. Está basada en hechos diferentes a aquellos que se pretenden demostrar a través del juicio, pero que permiten constatar circunstancias que, a través de un pensamiento lógico, logran acreditar el hecho que se quiere verificar en el proceso penal.
Por ejemplo, si no hay pruebas directas de que una persona haya cometido un delito contra la salud pública traficando con droga, pero sí hay indicios, estos pueden servir como medio de prueba. En este caso, la prueba en el proceso penal podría basarse en hechos como que el acusado tenga un patrimonio que ha crecido de forma rápida y que no está justificado ni respaldado por ingresos procedentes del trabajo, de una herencia, de una donación, etc.
Cuáles son sus elementos
No cualquier indicio puede utilizarse para condenar a una persona. Sobre este tema, el Tribunal Supremo ha aclarado varios puntos.
En primer lugar, se ha establecido que para romper la presunción de inocencia son necesarios indicios probados, no basta con la mera sospecha. Y no es suficiente con un indicio, debe haber varios, aunque no se ha especificado cuántos.
Esos indicios deben haber quedado acreditados mediante prueba directa. Debe existir una relación directa entre el hecho demostrado por la prueba indiciaria y el hecho que se trata de resolver en el proceso penal.
La condena no puede fundarse en la creencia del juez o tribunal sobre si los hechos ocurrieron o no de una determinada forma. Debe haber una auténtica convicción de que los acontecimientos se sucedieron de la manera acreditada a través de la prueba indiciaria. En la sentencia, el órgano judicial debe exponer el razonamiento de cómo ha llegado a la certeza del hecho presunto.
Mientras que la prueba directa es clara y diáfana, la prueba penal indiciaria no lo es. De ahí que la exigencia de motivación de la sentencia sea más fuerte y que dicha motivación deba ser más precisa.
En definitiva, para que la prueba indiciaria sea válida, debe haber siempre unos elementos esenciales:
- Una afirmación de base o un indicio que explique cuál es el hecho.
- Una afirmación consecutiva, que se refiere a lo que se deduce del hecho afirmado en primer lugar.
- Un enlace entre los elementos anteriores que sea lógico y racional.
Posibles pruebas indiciarias en el proceso penal en el ámbito digital
El uso masivo de las nuevas tecnologías ha dado lugar a que el número de pruebas basadas en ellas sea cada vez más habitual, y esto afecta también a las pruebas de carácter indiciario.
La prueba indiciaria digital se refiere a aquellas evidencias informáticas que, junto con otras pruebas, permiten demostrar un hecho delictivo en el que los dispositivos electrónicos han tenido un papel importante.
Por ejemplo, imaginemos que una empresa acusa a uno de sus empleados de haber vendido secretos empresariales a la competencia. No hay pruebas directas, pero sí indiciarias. Una de ellas puede ser el acceso constante del acusado desde su ordenador de trabajo a datos que no guardan relación directa con sus tareas asignadas. Esto, junto con otras pruebas indiciarias, como sus llamadas telefónicas a un directivo de la competencia, o la adquisición de un coche de alta gama con un dinero cuyo origen no se puede acreditar, puede servir para llevar al tribunal a entender que se ha cometido un delito.
Aunque sean pruebas indiciarias, las de carácter digital deben contar con la intervención de un perito informático. En un caso como el que acabamos de ver, será esencial que un experto en informática pueda acreditar que el acusado llevó a cabo acciones como el acceso a información que no era de su competencia, o incluso descargó algunos archivos. Todo esto quedará reflejado en un informe que, junto al resto de pruebas, permitirán a la autoridad judicial tomar una decisión fundada en hechos probados que demuestran que hay mucho más que una sospecha del delito y su autoría.
La prueba indiciaria en el proceso penal tiene el poder de inclinar la balanza hacia la absolución o la condena, de ahí su importancia. Si necesitas un experto para analizar evidencias informáticas, te ofrezco mi amplia experiencia en el campo del peritaje informático para ayudarte a resolver tu caso.
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