La información se ha convertido en uno de los recursos más valiosos para empresas y particulares en la era digital en la que nos encontramos. El plagio es un problema muy importante al que nos debemos enfrentar en nuestro día a día. Esto se debe a que exponer contenido audiovisual en internet, facilita que personas malintencionadas puedan robarlo y utilizarlos para su propio beneficio.
El propio Google penaliza el posicionamiento web de aquellos sitios que duplican contenido robándolo de otros sitios web, en una lucha contra la lacra que supone el plagio en la red.
En qué consiste el plagio de imágenes y contenido digital
El plagio de contenido digital consiste en utilizarlo en otras webs sin el permiso del autor original, o de hacerlo sin mencionar la fuente original. Por ejemplo, utilizar en una web una imagen impactante y de alta calidad sacada de otro sitio sin pedir la correspondiente autorización o verificar que se trata de una imagen libre de derechos de autor, es un plagio de imágenes.
El concepto de plagiar, según la RAE, es copiar obras ajenas para presentarlas como propias. Si lo extrapolamos al plagio digital, se trata de copiar contenido creado por otras personas para atribuirlo como propio y publicarlo sin permiso del autor.
Diferencia entre copiar y plagiar contenido
Es importante conocer cuál es la diferencia entre copiar y plagiar. Es posible copiar un contenido como un texto o una imagen, dando los créditos necesarios a su autor. Si se copia ese contenido sin permiso y se publica como propio, se estaría ante un plagio.
Muchos escritores, diseñadores o artistas copian el estilo o metodología de otros autores, lo que no se considera plagio.
Otra forma de copiar y no plagiar es replicar parte del contenido dando los créditos necesarios a su autor original e incorporando enlaces hacia el contenido original. Esta práctica es habitual en internet, y si se utiliza de forma correcta y legítima, sirve para ofrecer mayor valor a los usuarios.
Por lo tanto, podemos concluir que copiar no está siempre penalizado, mientras que plagiar es un delito tipificado.
Cómo proteger el contenido de mi blog
Para evitar problemas de plagio de contenido digital como textos, imágenes, infografías y similares, lo mejor es proteger el blog tomando diferentes medidas:
- Bloquear el acceso a los recursos audiovisuales de tu web (por ejemplo, con un plugin de WordPress o el CMS que utilices).
- Activando la protección contra hotlinking (solicitando esta activación al proveedor de alojamiento web).
- Redactar el texto de “aviso legal” de forma apropiada para comunicar de forma clara y transparente que todo el contenido del blog pertenece a sus autores y que no puede ser copiado y publicado sin autorización previa.
- Usar servicios de detección de plagio para buscar contenido idéntico en la red (Copyscape es una aplicación para detectar plagio que tiene un alto nivel de eficiencia, por lo que se suele utilizar por plataformas digitales, sitios web y profesionales para realizar investigaciones sobre plagios, comprobar la autenticidad de textos y otras acciones similares).
- Enviar un requerimiento DMCA. Si se detecta un plagio de contenido digital, una buena forma de protegerse es enviando un Digital Millennium Copyright Act (DMCA) al hosting donde se encuentra almacenada esa web, para que tome las medidas oportunas.
- Utilizar etiquetas canónicas en HTML para proteger el contenido. Con estas etiquetas se indica a los bots de Google que el contenido es original y se evita penalizaciones en el posicionamiento web.
Investigación pericial por plagio de contenido en internet
Si crees o sabes que tu web tiene copia en la red o que tu contenido digital se utiliza de forma fraudulenta por otros sitios o personas, lo mejor es realizar una investigación pericial por plagio de contenidos en internet para poder tomar las acciones necesarias.
Para realizar una buena investigación y encontrar pruebas válidas para tomar medidas ante plagios, es importante contar con peritos especializados en este tipo de procesos. Dispondrán de los conocimientos, experiencia y herramientas necesarias para poder realizarla de forma óptima y válida.
El uso de herramientas informáticas para buscar plagio es indispensable, pues permiten detectar contenido copiado y replicado sin permiso con un alto nivel de precisión y fiabilidad. El manejo de plataformas como Copyscape, Viper, PlagTracker, Plagium o Plagiarisma.net es habitual para estas investigaciones sobre plagio.
Si no sabes qué hacer si te acusan de plagio, lo mejor es que contactes con un profesional, como un perito judicial informático. De esta manera, podrás recabar pruebas de auditoría para defenderte, o incluso, para emprender las correspondientes acciones legales.
El plagio es un problema para empresas y artistas que publican su contenido en internet y ven como su esfuerzo y creatividad se ve arruinado por acciones malintencionadas de terceros. Tomar las medidas para protegerse ante este tipo de robos de contenido digital del blog, página web o tienda online, debe ser una prioridad.
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