La defensa de la propiedad intelectual es un tema de especial relevancia dentro del ordenamiento jurídico, puesto que sin una normativa específica resultaría imposible proteger aquellas creaciones que son fruto del intelecto, como una obra literaria o una canción.
Si una persona es capaz de demostrar que una creación de carácter intelectual es suya, puede registrarla y ostentar sobre ella los derechos de comercialización en exclusiva. De igual forma, si un tercero que no es quién ostenta la propiedad intelectual, hace uso de esta sin consentimiento del titular, tendrá que responder ante este por los daños causados.
¿Cómo te protege la ley de propiedad intelectual?
La propiedad intelectual comprende todos los derechos de carácter personal y patrimonial que recaen sobre creaciones de la mente que están amparadas por el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril.
No debe confundirse propiedad intelectual con propiedad industrial. Esta última se encarga de la protección de las creaciones que están vinculadas al ámbito industrial y que se plasman a través de patentes o modelos de utilidad, entre otros.
Por tanto, ante la pregunta de para qué sirve una patente, está claro que para brindarle una especial protección a esas creaciones o invenciones de productos o procedimientos que tienen una utilidad comercial.
En el caso de la propiedad intelectual, el núcleo de esta está compuesto por los derechos de autor. E implica una serie de potestades exclusivas sobre la obra.
Derecho moral
Es el derecho del autor a decidir libremente si desea o no difundir su obra y el modo de hacerlo. Así como al reconocimiento de su autoría. Exigiendo que se garantice la integridad de esta, o solicitando que se lleve a cabo una modificación.
Derechos de explotación
A través de ellos, el titular de los derechos de autor puede explotar la obra de la forma que considere más adecuada. Aquí se engloban los derechos de reproducción, comunicación pública, distribución y transformación.
Otros derechos
Del resto de derechos que integran la propiedad intelectual, uno de los más polémicos de los últimos años ha sido el de compensación equitativa por la realización de una copia privada.
Protección de esta propiedad
En la labor de protección tiene un papel muy destacable el Registro de la Propiedad Intelectual, que depende del Ministerio de Cultura. Una vez que la obra está correctamente registrada, disfruta de las garantías que la normativa prevé para ella.
El titular puede proteger su derecho a través de la acción de cesación y también a través de la acción de indemnización de daños y perjuicios.
La primera busca que se ponga fin a la acción ilícita que está vulnerando la propiedad intelectual. A través de medidas como la suspensión de la explotación, la retirada del comercio de la obra, o la destrucción de los instrumentos utilizados para obtener las copias.
La acción de indemnización de daños y perjuicios persigue que el titular del derecho afectado pueda obtener una compensación económica que le resarza de las molestias sufridas.
Robo de propiedad intelectual: ¿cómo actuar?
El robo de la propiedad intelectual puede adoptar varias formas y se produce cuando alguien, que no es el titular, plagia, comunica públicamente, o explota económicamente de otra manera, una obra protegida por derechos de autor.
Se puede estar cometiendo una infracción de este tipo cuando se venden copias ilegales del disco de un artista. Pero también cuando se comparte en una web el contenido de otra, sin dar reconocimiento al autor de este.
El titular de los derechos que es consciente de lo que está ocurriendo, debe denunciarlo inmediatamente. Una vez iniciado el proceso, la investigación queda en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No obstante, si el juez aprecia que existen indicios de delito, puede adoptar medidas cautelares como ordenar la retirada cautelar de las obras o intervenir los ingresos que el supuesto infractor ha obtenido al apropiarse de una propiedad intelectual que no le correspondía.
A fin de demostrar la titularidad de la obra, el denunciante debe aportar todas las pruebas que demuestren que esta le pertenece. Por ejemplo pruebas periciales que, en el caso de obras digitales, requieren la intervención de un perito informático. En este sentido, es especialmente importante que exista una previa inscripción de la obra en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Además, el afectado puede pedir una indemnización. Ya sea dentro del propio procedimiento penal seguido para aclarar el robo de la propiedad intelectual, o mediante un procedimiento civil.
Una buena defensa de la propiedad intelectual es esencial para garantizar a creadores culturales que su trabajo será respetado y nadie podrá aprovecharse de él. Dado que las formas de vulnerar los derechos de autor han evolucionado con el tiempo, también la normativa que ofrece protección ha tenido que hacerlo. Su objetivo es ser lo más eficiente posible cuando se trata de proteger los derechos de autor.
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